Nos han vendido a Dios de la forma más errónea que existe, nos lo han sesgado en un sexo, hablan de Él, dicen que hay que temerle, que si no le haces caso te mueres o no entras en el Reino de los Cielos, nos han dicho que la única manera para que nos escuche es yendo a la iglesia a hablarle a través de otros.
También nos han dicho que solo le podemos servir desde las 4 paredes de un recinto y que necesitamos de una forma exclusiva de vestir y de pensar para poder ser hijos de Él.
Nos han hecho repudiar a los "imperfectos", como si hubiese alguno Perfecto... Nos han hecho ver mal a los que piensan distinto a nosotros, nos los hacen ver con desprecio, a veces con odio y hasta terror.
Nos han dicho que para verlo deben ocurrir sucesos extraordinarios o debemos sentir algo raro en el cuerpo, algo como una sensación que te pare los pelos, que te haga temblar o hasta otro idioma hablar.
Nos dijeron que para adorarlo solo lo podemos hacer cantando o alabándolo...
Que no podemos bailarle porque es PECADOOOO, y que no recibimos su bendición cuando no lo veneramos.
Se olvidaron que David danzaba, movía su cuerpo para Él, danzaba o bailaba, igual movía el cuerpo! Se olvidaron que así hagamos mil obras buenas es solo su misericordia la que nos bendice.
Se olvidaron que su propósito con la humanidad fue AMARLA, aún no saben que NO tiene sexo y que fue a una mujer a la que le dio el privilegio de ser la primera predicadora de la resurrección de Cristo. Lo masculinizaron, le pusieron una coraza de prejuicios, lo hicieron insensible, y peor aún, muchos todavía lo tienen crucificado.
¿A dónde se fue Dios? ¿Dónde echamos a Aquél que amó de tal manera al mundo que se entregó por amor por nosotros? ¿Dónde está el Dios que nos enseña a amar y no a juzgar? ¿Lo convertimos en un comercio?
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